domingo, 30 de octubre de 2011

Hasta las películas lo dicen.

''El amor no entiende ni de edades, ni de sexo, ni de ideologías, ni de razas; solo entiende de sentimientos.''



- Soy un capullo, ¿vale? Sé bien que soy un auténtico capullo; porque... porque... yo nunca, yo nunca me he preocupado por nadie ni por nada; esa es la verdad. Y todo el mundo más o menos lo aceptaba, decían: ''Bueno él es así'' Y llegas tú... ¡Joder! ¡Tú! Tú... tú no me veías de ese modo. Nunca había conocido a nadie que de verdad pensara que yo valía la pena; hasta que te conocí a ti. Y tú lograste que yo también me lo creyera... así que, por desgracia, te necesito; y tú me necesitas a mí.
-No, yo no.
- Sí, tú sí.
-No, yo no.
-Sí, tu sí.
-Sh, cállate, por favor...
-Necesitas a alguien que te cuide.
-No, yo no.
- Todo el mundo lo necesita...
- Yo voy a necesitarte más que tú a mí.
-¿Y qué?
- ¡No es justo! ¡Eso no es justo! Quería ir a tantos sitios...
- Y vas a ir; aunque quizá tenga que llevarte yo.
- No puedo pedirte que hagas eso...
- No lo has hecho... ¡Eh! No llores. Imaginemos que en algún... universo alternativo hay una pareja como nosotros, ¿vale? Salvo que ella está sana, y él... es perfecto; y todo su mundo gira en torno al dinero que van a gastarse en las vacaciones, o quién está ese día de mal humor, o si se sienten culpables por tener criada...
- Jaja...
- Escucha, yo no quiero ser esa pareja; nos quiero a nosotros. A ti; esto.

De pequeño me preocupaba mucho que llegaría a ser yo de mayor; no sé, cuánto dinero ganaría o... si llegaría a ser alguien importante. A veces, lo que más deseas nunca se cumple; y, a veces, lo que menos esperas que suceda, ocurre. No sé, conoces a cientos de personas, y ninguna te deja huella... Y de repente, conoces a una persona, y te cambia la vida; para siempre.
 Anne y Jake.

No es un texto, es un trocito de ella.

''La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.''


Con pequeñas sonrisas, con pequeñas fotos, con pequeños abrazos, con pequeñas frases, con pequeños consejos, con personas pequeñas por fuera y enormes por dentro... con la pequeña de Nat. Gracias por hacerme ser feliz cada vez que leo algunos de tus pensamientos (escritos), y gracias por hacer que mi vida sea algo mas llevadera;  gracias por ser lo que eres para mi.

''Tarde... pero al menos no fue nunca :)

Siento mis retrasos, mis faltas de atención y mis desvaríos, pero el sol cuece mi cerebro y me hace reciclarlo al caer las hojas, a finales de septiembre.
No te voy a decir nada de lo que dicen todos, de lo que sueltan cada vez que llega tu cumpleaños "ah felicidades me caes genial te quiero!", simplemente porque te lo digo todos y cada uno de los días, y si no, lo estoy pensando, y si no, lo estoy escribiendo -aunque para mí escribir sea pensar, y trazar sea imaginar...-
Tienes 15 ya, Marina. Yo siempre pensé que el culmen de mi adolescencia serían los 16. Pero ahora estoy de pleno en los 17, mirando hacia atrás y a la vez hacia delante y con miedo a avanzar, sintiendo bajo mis pies el vivir en otra casa, el tener que trabajar... seré mayor pero tengo miedo. Y no es el miedo de "voy a suspender", ni el miedo de "se ha enfadado Pipiola conmigo", ni el "en la clase me marginan". Es el mayor miedo de todos, es la compañera de cama, es la sombra... es la Soledad, mi amor, y cuanto más grande te haces, crece un poquito más...
Sólo te voy a pedir una cosa, y es que me escuches, que abras los cinco sentidos a lo que voy a decir.

Vive.

Sí, y lo habrás oído de miles de personas, de miles de canales de televisión, miles de anuncios y miles de canciones. Pero te lo dice tu amiga, tu hermana: corazón, vive.
Vive ahora tus 15 -por cierto, el mejor año de mi vida- vive con tus padres, vive con tus amigos, con Isma, con los de Aguadulce, con los de Almería... acuéstate tarde y levántate temprano, sólo para ver programas infantiles, juega a cosas de niños, bebe alcohol -con moderación eh-, y limonada en tus tiempos libres.
Crece, como es inevitable, pero quédate un poco atrás. Sé la lenta de la carrera... sé que después lo vas a agradecer.
Y cuando llegues a mi edad, al borde del acantilado, a la última planta del edificio, y se te abra la puerta a la mayoría de edad... mira hacia atrás. Y sentirás que has vivido.

Y mientras tanto escala, escala lo más alto que puedas, y encima de todas las cabezas -sin pisarlas claro-
Y después de volver la cabeza, mira hacia delante... y no tiembles ante Soledad, cógela de la mano.
Cógela y sonríele, porque va a ser tu próxima compañera... en lo más alto.

Feliz cumpleaños... mi pequeña.
Te espera en la cumbre:

Naty

(Y recuerda, lo que he escrito no es un texto. Es un pensamiento)''
 Naty Finkelstein.

Venga, una de justificación.,

''El hombre se precipita en el error con más rapidez que los críos corren hacia el mar.''


Lo quiero aquí y ahora, aun que pueda parecer muy egoísta, y quiero vivir con él todos los días de mi vida y acariciar su pelo marrón rizado y su cara, mirar a sus ojos y reír con él y hacerle reír y hablar, hablar, hablar sin decir nada pero diciéndolo todo. La muerte es un problema que ya no me incumbe. Ahora tengo que ocuparme sola de la vida y como es breve y frágil tengo que volverla larga y fuerte, llena e indestructible. Dura como el hierro.

De repente me viene a la cabeza aquel día de clase.Recuerdo aquel dia como si fuera ayer; cuando el profesor narraba un fragmento de algun escritor loco de la época de la peste...

- ''4 de Agosto de 1994''. ''Papá y mamá; yo, que no he querido vivir sino por el amor, muero arrasado por el tenebroso vendaval del odio. Dios es amor y Dios no muere. No muere el amor...'' ...narraba el profesor.

- ¡Chorradas!

Me elevo como el fuego, quemando los sueños de papel y las palabras de paja. La palabra se estampa con violencia contra la cara del profesor, como un puño claveteado de guerrero de la noche. Todos se vuelven hacia mí con ojos inertes en vez de quedarse boquiabiertos ante la primera declaración sincera jamás pronunciada en el instituto. Los abrasaría a todos, incluso al profesor, que me mira convencido de no haber entendido.

- ¡Chorradas! -repito desafiándolo.

Veamos qué hace ahora, ahora que alguien se atreve a llamar las cosas por su nombre y a destruir su castillo de naipes literarios. Calla un minuto. Parece buscar algo que no consigue encontrar en su interior. Luego, con voz absolutamente serena, pregunta:

- ¿Tú quien eres para juzgar la vida de ese hombre?

Respondo instantáneamente; ha echado gasolina sobre mi fuego:

- No son más que ilusiones. La vida es una caja vacía que llenamos de bobadas para que nos guste, hasta que ocurre cualquier cosita y pum... -hago un silencio mientras gesticulo muy teatralmente con las manos como si formara una pompa de jabón que estalla-, te encuentras sin nada. Aquel hombre quiso creer que morir por una causa que consideraba justa daba un sentido a su vida. Dichoso él. Pero no es más que una película para que la píldora sea menos amarga. La caja sigue vacía.

El profesor me mira de nuevo y guarda silencio. Luego surge de aquel silencio con un lapidario y tranquilísimo:

- ¡Chorradas!

Las suyas contra las mías. Sea como sea, se trata de chorradas. Pero me ha echo daño. Cojo la mochila y salgo, sin dar tiempo al profesor a decir nada más. El fuego quema y sigue destruyendo. No regreso para dar explicaciones. Nadie sabe justificar lo que pasa y si esto es lo que hay, yo por qué tengo que meterme en nada. Estaba sola y me siento fuerte por primera vez. Soy fuego y quemaré el mundo entero. No voy a llamar a nadie, porque no entendería un carajo y porque no lo necesito.

Su pálida sombra vuelve a mi cabeza y me dan ganas de blasfemar. Blasfemo varias veces, reiteradamente, con fuerza. Y ahora me siento mucho mejor. Y comprendo que Dios existe, si no, no me sentiría mejor. No te sientes mejor si te cabreas con Papá Noel. Si te cabreas con Dios, sí.
       Marina Levine.

jueves, 20 de octubre de 2011

Y es que... los principios básicos; simplemente no son básicos.

''Principios básicos: no existen''

¿Quieres comer? Come; ¿Quieres descansar? Descansa; ¿Quieres leer? Lee; ¿Quieres salir? Sal; ¿Respirar aire fresco y aclararte las ideas? No hay problema, sal, toma el aire, cómete un cohete si quieres mientras descansas en una piedra cercana y en las piernas tienes tu libro favorito... Pero a la hora de la pregunta; ¿Quieres llorar? No estás permitida a hacerlo. Y ese es el único principio básico que puede existir en este mundo, a pesar de que la estúpida frase  -que bien dijo Will Smith en su día-, se la arrebate el pasado al presente.
Todos tenemos algo por lo que sufrir, todo tenemos algo que nos duele, que nos afecta más que nada, un amor que se va, se aleja y nos hace sufrir, una complicación en la vida...
¿Un cáncer quizás? Los psicólogos recomiendan decir la frase: ''Este bichito no puede conmigo, porque yo soy más fuerte que él'', te animan a decirte eso para seguir adelante, para no mandar todo a la mierda; te ponen las prioridades delante de la puta cara, te hacen verlas como nunca, y ahi es cuando te propones decirte la frase del bichito cada vez que te mires al espejo y te veas sin pelo: ''Este asqueroso bichito no puede conmigo, ni con mi familia, porque yo soy más fuerte que él, y va a desaparecer, sí, va a hacerlo...''
Y no os podéis imaginar lo difícil que es convivir con una persona con esta enfermedad... Se puede tirar algunos días las horas muertas tirada en la cama, llorando; diciendo que no sigue adelante con la mierda de tratamiento agresivo que recibe, que no puede más. Y ahi estoy yo, detrás del marco de la puerta oyendo y observando como llora en silencio, mientras me siento incapacitada para mover mis piernas, y sentarme en su cama a abrazarla y decirle que va a salir de estas, que las queremos; que ellos y yo la queremos con todo nuestro ser; ¿Que qué haríamos sin ella? ¿A quién abrazaríamos cuando peor estuviéramos? ¿A quién le pediríamos consejo en la juventud más entrada? ¿A quién besaríamos por la mañana mientras le deseamos ''buenos días''? A pesar de las rabietas, de los portazos en su cara, de la peleas, de los castigos... siempre quedarán las risas, los buenos momentos, las charlas de por las noches en su cama bajo su manta aunque sea septiembre, los cotilleos del día a día...
Pero joder... ¿cuántas veces le habré dicho que no llore? ¿Que lo va a superar? ¿Por nosotros, por favor? Y en los peores momentos es lo que mejor le puedo decir, porque es cuando entra en combate la sonrisa tranquilizadora que hace que todos los problemas se vayan, se alejen durante unos segundos y vengan más tarde. En lo más hondo de la parte más pura de mi cuerpo, guardo la esperanza de que esto pase, de que el bichito se muera, de que nos deje en paz, y de que volvamos a ser una familia, la de siempre; pero sin llantos, porque es el único principio que se le puede atribuir a los principio básicos, si es que en realidad los hay.


-Esta entrada va con un día de retraso, pero mi intento es en conmemoración al día del Cáncer de Mama-.


Marina Levine.

domingo, 16 de octubre de 2011

Sólo tú sabes como hacer que crezca más aún cómo persona.

''Sólo el amor inmenso sabe curar la herida más grande''
Y vaya estupidez de frase, diréis. Bien, sólo hago esto para explicárosla cómo es debido.
Hace un par de semanas paseaba por un parque, tenía ganas de relajarme, había tenido un maldía, el parque resultó estar lleno de palomas -odio las palomas-, gracias a los viejecillos que siempre se sientan con su pan duro bajo en brazo en un banco apartado de niños a echar de comer a las palomas. A mala conciencia -digo yo-, se me posó una paloma justo delante mía, y me quedé paralizada, no me salía el andar.
-Son bonitas, ¿eh?
-¿Te refieres a las estúpidas palomas que no hacen más que tener ojos rojos como ratas y contraer enfermedades si te dignas a tocarlas? Pues no lo creo, la verdad.
Me salió así, sin más, no sabía ni con quién hablaba, sólo que alguien lo había echo. No podía apartar la mirada de la estúpida paloma que se interponía en mi camino.
-En realidad, nos ayudan a limpiar el mundo de migas de pan.
-No las necesitaríamos si los abuelitos tuvieran otra cosa mejor que hacer.
Intrigada por aquella voz masculina que se me hacía poco a poco más familiar, conseguí despegar los ojos de aquella paloma que me había robado unos segundos de mi vida -por aquel entonces, los segundos valían oro-.
-Venga Kate, no seas dura, el que debería estar molesto soy yo, y mírame. Te he seguido por toda Times Square hasta que te has dignado a pararte en un parque aislado de la cuidad.
Consiguió decirlo antes de que me diera la vuelta, y ¿entonces para que servía ya darme la vuelta?
-Lo siento, ¿vale? Es lo que querías oír, y ya lo has escuchado, puedes volver al apartamento.
-Disculpa aceptada siempre y cuando no se repita.
-Se repetirá las veces que sean necesarias; se repetirá cada vez que esté harta de besar los mismos labios, se repetirá cada vez que me grites cuando estas en la cocina que porqué no he quitado las migas de pan del horno, ¿y si resulta que me gustan las migas de pan en el horno, porque me gusta comérmelas una vez requemadas? ¿Qué pasa? ¿Es acaso malo? Te advertí... ¿Pero que digo? Te grite, antes de que aceptaras ser mi pareja que nada de monotonía, nada de conocer a tus padres, nada de amigos en común, nada de prohibiciones, nada de hacer lo que no me gusta, y sobretodo, nada de palomas cómo mascotas, y resulta, que para hacer algo diferente en esta vida en la que los segundos corren veloces sin hacer nada, he tenido que plantarle un beso a un chico -muy mono, por cierto- que me ha preguntado qué cómo se llegaba a la Séptima Avenida, y puede que te duela que lo admita delante de tu cara, pero me ha gustado, he sentido otros labios, y ha estado bien. ¿Pero sabes qué más? Que también resulta que he conocido a tus padres, que poco a poco ''por casualidad'' conoces a casi todos mis amigos, que tengo que quitar las migas de pan del horno porque a ti no te gusta que la casa huela un ''pelín'' a quemado cuando se utiliza de nuevo el horno, que hago lo que no me gusta; limpio, ¿lo entiendes? Y eso, va totalmente y de cabeza en la lista de cosas que no me gustan... Pero lo peor de todo, esque el viernes trajiste como mascota una puta paloma, y encima con las alas de colores. Seré imbécil, egoísta, rara, poco organizada, con ideas claras, cabezota y lo que me quieras decir; pero si me hubieras quitado de tanta monotonía antes, lo de esta tarde nunca hubiera sucedido.
-Tal y como seas, lleves los pelos que lleves cuando te levantes; me grites o no me grites; seas cabezota o no, beses a otros o no, me quieras y desees estar conmigo o quieras mandar todo esto por la borda; te quiero, y es así.
-Esto es así, supongo. Pero yo también.
-¿Ves aquella paloma de allí?
-No voy a mirar una paloma, y menos por tí y en estas ciscunstancias.
-Por favor, mira.
-Que sepas que esto lo hago porque ya me he desahog...
-Shh, puedes besar a cuántos quieras, pero sabes que quién más te va a gustar siempre, voy a ser yo.
-¿Pero esa paloma, a la que me has dicho que mire, no es la que trajiste el otro día a casa?
-¿Tú no querías mirar? Pues ahora te callas, me besas, me abrazas, y me aguantas como pareja durante el tiempo que haga falta.




 Marina Levine.